» Se dice que la filosofía nace bajo la idea del asombro. Cuando se mira algo y no se comprende. A día de hoy «todo parece estar inventado». Parece cada día más difícil caer ente el asombro.
Y yo tengo un pequeño refugio de alguien que ha llegado con esa misión bajo el brazo. Crear asombro constante. Asombro en forma de chistes malísimos, locura, gritos, asco, y saltos constantes de guión, para no parar de romper la linealidad a la que estamos acostumbrados.
Y si, me resulta imposible no querer caer en ese universo de caos que siempre trae elementos para sentirnos como pequeños que no entendemos nada. Volver a ser niña y dejarme sorprender. Ser niña y adulta obsesionada con Nietzsche y verle en cada rincón de sus vídeos. Y saber que todos los ojos que miran hacia sus vídeos son cada uno afectados de forma diferente.
Un universo que crece a base de imágenes y que es un universo compartido. Un mundo de significados ligados y sobrepuestos para crear mensajes ocultos. Y así nos tiene a todos intentando entender qué hay detrás de cada vídeo. Un universo de creatividad, novedad, asombro y mucho trabajo.
Porque lo de vivir bajo el lema «Juan Palomo» es duro de cojones (hablo con conocimiento de causa). Y a mí esa suma de elementos me hacen sentir que vivo ante una nueva forma de arte. Te invito a entrar y tratar de encontrar el sentido de esta última obra. O a disfrutar sintiendo que igual, como la vida misma, no tiene ninguno.
Entra y asómbrate. Entra. Haz filosofía. Y te invito, como Nietzsche, a hacerla a martillazos. »